Descripción General
La estenosis pilórica es una afección poco frecuente en bebés, que obstruye el tránsito de los alimentos al intestino delgado.
Normalmente, una válvula muscular (píloro), que se encuentra entre el estómago y el intestino delgado, mantiene los alimentos en el estómago hasta que están listos para la próxima etapa del proceso digestivo. Cuando hay una estenosis pilórica, los músculos del píloro se engrosan y adquieren un tamaño anormal impidiendo que los alimentos lleguen al intestino delgado.
La cirugía cura la estenosis pilórica.
Síntomas
Por lo general, los signos de la estenosis pilórica se observan de tres a cinco semanas después del nacimiento. La estenosis pilórica es poco común en bebés mayores de 3 meses.
Los signos incluyen los siguientes:
Vómitos después de la alimentación. El bebé puede vomitar con fuerza, expulsando la leche materna o la fórmula hasta varios metros de distancia (vómitos en proyectil).
Apetito constante. Los bebés que tienen estenosis pilórica a menudo quieren comer poco después de vomitar.
Contracciones de estómago. Es posible que notes contracciones en forma de ondas que se extienden por la parte superior del abdomen del bebé poco después de comer, pero antes de vomitar.
Deshidratación. Tu bebé podría llorar sin lágrimas o volverse letárgico.
Cambios en las deposiciones. Dado que la estenosis pilórica impide que los alimentos lleguen a los intestinos, es posible que los bebés con esta afección estén estreñidos.
Problemas de peso. Puede impedir que el bebé aumente de peso y, en ocasiones, puede hacer que pierda peso.
Causas
Se desconocen las causas de la estenosis pilórica, pero los factores genéticos y ambientales pueden desempeñar un papel. La estenosis pilórica por lo general no está presente al nacer y probablemente se desarrolle después.
Complicaciones
La estenosis pilórica puede causar:
Problemas de crecimiento y desarrollo.
Deshidratación. Los vómitos frecuentes pueden causar deshidratación y un desequilibrio mineral (electrolítico). Los electrolitos ayudan a regular muchas funciones vitales.
Irritación estomacal. Los vómitos repetidos pueden irritar el estómago del bebé y pueden causar un sangrado leve.
Ictericia. Rara vez, se puede producir la acumulación de una sustancia segregada por el hígado (bilirrubina), lo que causa una decoloración amarillenta de la piel y los ojos.