La circuncisión tiene múltiples beneficios, tanto en niños como en adultos. Evita infecciones urinarias y previene enfermedades de transmisión sexual.
La circuncisión es la resección de la piel que cubre el extremo del pene, llamada prepucio. Es un procedimiento quirúrgico que tiene más de dos mil años y que surgió como rito religioso o cultural.
En algunos países, principalmente en Estados Unidos es una práctica generaliza en recién nacidos, por los beneficios higiénicos y por la prevención de enfermedades infecciosas.
Los estudios científicos demuestran que este procedimiento tiene múltiples beneficios. Sin embargo, no es necesaria para la salud de un niño. Excepto en algunos pacientes con patologías como fimosis, prepucio fibrótico, infecciones urinarias recurrentes, balanitis xerótica o problemas urológicos.
Ventajas
Hay estudios en que se demuestra que la circuncisión disminuye las infecciones urinarias en un 15% para el resto de la vida. Además, otras investigaciones aseguran que se reduce la posibilidad de padecer VIH/SIDA y cáncer cervicouterino en la pareja. “Existen menos receptores que se pegan, hay menos riesgos de enfermedades de transmisión sexual al estar circuncidado”, asegura el especialista.
Indicación médica de la circuncisión
El pediatra deriva al niño a un cirujano infantil o urólogo para circuncidarlo en caso de:
Fimosis: Estrechez prepucial irreductible que no permite retraer el prepucio y no deja ver el glande. Si bien el 95% de los niños nace con fimosis, la gran mayoría de estos se recupera con el tiempo. Sin embargo, si la patología persiste después de los 4 años se debe evaluar la cirugía.
Prepucio fibrotico: La piel del prepucio se ha roto o está con heridas.
Parafimosis: Es el estrangulamiento del glande por el prepucio.
Infecciones urinarias repetitivas
Balanitis Xerótica: Es una enfermedad generalizada de la piel que se denomina liquen escleroso, en que se pierde capas y se produce una fibrosis de la piel prepucial lo cual tiene indicación quirúrgica.
A pesar de que esta cirugía está indicada para ciertas patologías, existen padres que piden la circuncisión para sus hijos por motivos culturales, religiosos o médicos.
Tipos de circuncisiones
El tipo de cirugía depende de la cantidad de piel prepucial que se retire. Existe la circuncisión parcial o estética y la circuncisión clásica o higiénica.
La circuncisión parcial, se realiza para que los niños no queden muy distinto a sus pares, retirando una porción del prepucio, tratando de dejar una cobertura parcial del glande. “Se puede hacer. Sin embargo, tiene como inconveniente que el niño que tuvo fimosis tiene que seguir haciéndose aseo y retrayendo el prepucio, porque se puede volver a pegar, incluso se puede volver a estrechar”, advierten los pediatras.
En tanto, la circuncisión clásica o higiénica se retira toda la piel del prepucio, dejando a la vista la punta del pene. Las ventajas, señala el especialista, son higiénicas “porque te lavas en la ducha, no tienes que tocar el área, es mucho más limpio. Todos los estudios pro circuncisión validan la cirugía clásica”.
La cirugía puede ser con anestesia local o general, dependiendo de la edad (en recién nacidos solo se utiliza anestesia local), y tiene una duración aproximada de 40 minutos.
Anestesia segura en niños
Una de las mayores preocupaciones de los padres es la administración de la anestesia en niños. Para su tranquilidad tengo el respaldo un equipo médico de anestesiólogos pediátricos experto.
Cuando son pacientes neonatales se les administra anestesia local. “Los recién nacidos lo único que quieren es comer y dormir. Nosotros les colocamos anestesia local. No tienen la angustia que tienen los otros pacientes de no estar cerca de la mamá”.
En niños más grandes y adolescentes la operación debe ser con anestesia general. En el caso de los más pequeños como a la gran mayoría les da miedo las agujas se les administra la anestesia a través de una mascarilla. Deben respirar e inflar un globo, en donde están los gases para hacerlos dormir.
Los padres podrán estar con sus hijos en el pabellón hasta que concilien el sueño. Lo ideal es que la cirugía no sea una experiencia traumática para los niños.
Riesgos
Las complicaciones son poco frecuentes, pero en algunos casos puede haber sangrado o infecciones.
“Lo más importante es el sangramiento. Uno hace mil cosas para tratar que el paciente no sangre, se coagulan vasitos pequeños, se ligan vasos más grandes, pero a pesar de eso si el paciente tiene una erección en el postoperatorio inmediato, si se pone boca abajo, si pasa a llevar la zona, si el niño se rasca puede sangrar. A veces si sangra un poquito, le colocamos medicamentos que coagule mejor, incluso a veces tenemos que ponerle puntos”, indica el cirujano infantil y urólogo.
Recuperación
Una vez realizada la cirugía los pacientes son dados de alta el mismo día o pueden pasar una noche en la clínica.
¿Cuáles son los cuidados post operatorio?
El niño después de la circuncisión quedará con un parche plástico en la punta del pene, que ayuda a que no les moleste o roce la zona y para evitar edema.
La principal indicación es no bañarlo en tres o cuatro días. A los cinco a siete días se les cae este plástico. El pene debe cicatrizar entre una semana a diez días después de la cirugía. En caso de dolor, se les deja un analgésico que pueden tomar entre tres a cinco días.
Links de interés:
Comments